SUMMARY: Introduction and objective: Cerebrospinal fluid leaks (CSF) can occur after trauma, this leads to a disruption between the arachnoid and the dura, frequently associated with a bone defect. The global epidemic produced by COVID-19 has generated the need for rapid tests to detect the virus in the nasal and oropharyngeal mucosa. Nasal swabs (NS) have proven to be useful in collecting nasopharyngeal specimens and therefore their use has become widespread. This diagnostic method is considered safe, but there are a number of possible complications, including one of the most feared; CSF leak. The objective of this article is to carry out an exhaustive bibliographic review of available articles that describe this complication, investigating the predisposing factors and describe a safe technique to avoid it. Method: PubMed, Web of Science and Scopus databases were searched according to PRISMA guidelines, from March 2020 to November 2021. Studies reporting clinical data of patients with CSF leak after being subjected to NS were reviewed. We focus on the alarm symptoms presented, diagnostic strategies and therapeutic management. Results: To date, eleven published cases have been reported of patients with a diagnosis of CSF leaks caused by performig a PCR test using a nasal swab. All the articles were included in this systematic review. Each article described this complication in one patient, so we have a total of eleven patients. The average age at diagnosis was 45 years, with 8 women and 3 men. The cribriform plate is the most frequently affected anatomical location. In five patients, 45,5%, the preexistance of malformation at the level of the skull base was known, which corresponds to a risk factor when suffering a CSF leaks after NS. Conclusion: Although the nasal swab test for the diagnosis of COVID-19 is considered safe, it can sometimes lead to complications. The appearance of unilateral clear rhinorrhea or post-nasal drip with a salty or metallic taste after performing a NS should alert us when diagnosing a possible CSF leak. It is extremely important to adequately instruct the health workers to perform the test, indicating the correct direction and orientation of the swab. In addition, the patient should be informed of the warning signs and symptoms. In patients with previous skull base alteration, nasal anatomy distortion or previous sinus surgeries.
RESUMEN: Introducción y objetivo: Las fístulas de líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden producirse tras un traumatismo, esto conlleva una disrupción entre la aracnoides y la duramadre, frecuentemente asociado a un defecto óseo. La epidemia mundial producida por la COVID-19 ha generado la necesidad de disponer de test rápidos para la detección del virus en mucosa nasal y orofaríngea. Los hisopos nasales (HN) han demostrado ser útiles a la hora de recoger muestras nasofaríngeas y por lo tanto se ha generalizado su uso. Este método diagnostico se considera seguro, pero existen una serie de posibles complicaciones entre las que se encuentra una de las más temidas; la fístula de LCR. El objetivo de este artículo es realizar una revisión bibliográfica exhaustiva de artículos disponibles que describan esta complicación, investigando los factores predisponentes y a su vez describir una técnica segura para evitarla. Método: Se realizaron búsquedas en las bases de datos de PubMed, Web of Science y Scopus de acuerdo con las pautas de PRISMA desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2021. Se revisaron los estudios que informaron datos clínicos de pacientes con fistulas de LCR tras ser sometidos a frotis nasales mediante hisopos. Nos centramos en los síntomas de alarma presentados, las estrategias diagnosticas y el manejo terapéutico. Resultados: Hasta la fecha se han reportado once casos publicados de pacientes con diagnostico de fistula de LCR secundaria a la realización de test PCR mediante HN. En esta revisión sistemática se incluyen estos artículos. Cada artículo describe esta complicación en un paciente diferente, por lo que en total disponemos de once pacientes. La edad promedio al diagnostico fue de 45 años, siendo 8 mujeres y 3 hombres. La lámina cribosa fue la localización anatómica más frecuentemente afectada. En cinco pacientes (45,5%), se conocía la preexistencia de una malformación a nivel de la base de cráneo, lo cual corresponde un factor de riesgo a la hora de sufrir una fístula de LCR tras HN. Conclusiones: Aunque la prueba de HN para diagnostico de la COVID-19 se considera segura, en ocasiones puede conllevar complicaciones. La aparición de rinorrea clara unilateral o goteo post nasal de sabor salado o metálico tras la realización de un HN nos debe poner en alerta a la hora de diagnosticar una posible fístula de LCR. Es de suma importancia instruir adecuadamente al personal sanitario que realiza el test, indicando la dirección y orientación correcta del hisopo. Además, se debe informar al paciente sobre los síntomas y signos de alarma. En pacientes con alteraciones previas de la base del cráneo, distorsión de la anatomía nasal o cirugías previas nasosinusales puede ser recomendable utilizar en ellos otro tipo de pruebas disponibles para diagnosticar la COVID-19.